El perfume tiene una historia fascinante que se remonta a miles de años atrás. Se cree que fue creado por primera vez en las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Egipto e India, donde se usaban aceites aromáticos y resinas para rituales religiosos y ceremonias. Los egipcios, en particular, fueron expertos en la fabricación de perfumes y los empleaban en la vida cotidiana, en embalsamamientos y como símbolo de estatus.

Más tarde, los griegos y los romanos perfeccionaron el arte de la perfumería, expandiendo su uso por Europa. Sin embargo, la industria moderna del perfume como la conocemos hoy nació en Francia, especialmente en la región de Grasse, que sigue siendo considerada la capital mundial del perfume.